Este viernes, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha sido víctima de una agresión en plena calle. Es el último episodio de una oleada de ataques a políticos europeos en plena campaña de las elecciones el Parlamento de la UE en Bruselas.
El primero de estos ataques, y el más grave, ocurrió el pasado 5 de mayo, cuando un anciano de 71 años realizó varios disparos sobre el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, que tuvo que ser operado de urgencia y que aún se recupera de sus lesiones.
Fico, de corte populista, estuvo cerca de morir y pasó varios días hospitalizado, aunque ahora se está recuperando en su casa de las heridas producidas en el ataque, cuya motivación es política, según la policía de este país centroeuropeo.
Posteriormente, Alemania ha sido el centro neurálgico de los ataques a políticos. Ya en abril, un eurodiputado y principal candidato socialdemócrata del land de Sajonia para las europeas, Matthias Ecke, fue herido gravemente en Dresde cuando pegaba carteles electorales.
Solo unos días después, la ministra alemana de Economía y exalcaldesa de Berlín, la socialdemócrata Franziska Giffey, fue herida cuando un supuesto desequilibrado mental la golpeó con contundencia con un martillo.
Miás tarde, el diputado de la ultraderechista Alianza por Alemania en el parlamento regional de Mecklemburgo-Antepomerania Martin Schmidt fue herido al ser agredido con un cenicero de cristal en la ciudad de Schwerin. De la misma forma, otro diputado de este mismo partido, ha sido agredido por un hombre de 47 años en un puesto de información.
Esta misma semana, la ciudad de Mannheim fue el escenario del ataque a otro político del mismo partido, un candidato a las elecciones municipales, que fue atacado con un cuchillo, aunque el agresor fue detenido.
Precisamente, en Mannheim se produjo la semana anterior un ataque de un presunto terrorista islamista a un activista de extrema derecha, que se saldó con la muerte de un agente que intervino en la pelea, en la que el terrorista tuvo que ser abatido.
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